Las mañanas de los sábados y domingos La Plaza Joven presenta ‘Como el agua’, teatro para bebés. Este espectáculo familiar, dirigido por Ana Chung, se encuentra en sus últimas semanas de presentación luego de una extensa temporada en la sala del Teatro La Plaza.
El concepto que acompaña al título de la obra -“teatro para bebés”- define el carácter de la propuesta. Ésta, dentro de su guión dramático -entendido como una estructura que administra las tensiones de la obra-, plantea como eje principal la experiencia sensorial de los pequeños observadores. Así, imágenes y sonidos, texturas y luces, además de la permanente interacción entre público e intérpretes, marcan la pauta de la puesta en escena.
La experiencia de ‘Como el agua’ se inicia desde el ingreso a la sala. Los primeros espectadores -infantes y sus acompañantes adultos- tienen la posibilidad de ubicarse en unas bancas colocadas dentro del escenario. El público restante deberá optar por los asientos de las primeras filas de la platea.
En el escenario, como una gran gota, cuelga una tela que, lo sabremos después, alberga a dos actrices. En el fondo, llena de agua, se ubica una fuente translúcida.
Un personaje masculino recibe al público. Él cumplirá el rol de músico anfitrión. Pero sus instrumentos no son convencionales. Inicia su performance con pequeñas vibraciones de una kalimba; para luego, manipulando el agua de la fuente, generar las diversas ambientaciones sonoras del montaje.
Creada la atmósfera visual y sonora, de la tela emergen dos actrices. Ellas, sin pronunciar palabra saludan a los presentes estableciendo una inmediata interacción visual y gestual. Luego, una vez en el piso, realizan diversas secuencias de movimiento. Éstas dialogan con la acuática propuesta sonora generada en vivo.
Así, desde la fuente de agua, se plantea el diálogo entre los tres intérpretes. Pues, el sonido de chorros, palmoteos, o movimiento acuático, guía y dialoga con las distintas dinámicas de movimiento. En ellas destaca el permanente juego de manos y miradas dirigido hacia el público infantil.
Este contacto con los espectadores facilita la interacción posterior, planteada por medio de dinámicas físicas -reconocimiento corporal o juegos rítmicos con palmas- y a través de la presencia de elementos –pequeños globos (a modo de gotas) que comparten con los niños-.
Esta progresión de dinámicas coreográficas e interactivas, además de integrar al personaje masculino, incorpora el uso de elementos escenográficos -como una de las telas que conforman las paredes del escenario-; técnicos -a partir de las diferentes atmósferas lumínicas-; de efectos -con la presencia de pequeñas luces portátiles o la lluvia de burbujas que cae sobre la platea-; y escénicos, la creación de una escena de malabares con pañuelos (a modo de pequeñas medusas).
Así, ‘Como el agua’ plantea escénicamente un conjunto de dinámicas de juego e interacción guiadas por un claro concepto visual, plástico y sonoro.
Pero, además de ello, arriesga al proponer un espacio de convivencia entre público y espectadores. ‘Como el agua’ no solo rompe la cuarta pared, la desaparece. Por momentos el escenario puede convertirse en un patio de juegos (ello depende de la personalidad de los niños y la permisividad de los padres).
Y es que no existen limitaciones para los niños. Ellos pueden ingresar al escenario, desplazarse en él y plantear su propia interacción con las actrices. No es raro entonces, observar junto a las intérpretes a pequeños tambaleantes en sus primeros pasos; o a padres y madres andando a gatas tratando de alcanzar a sus hijos.
Es éste uno de los mayores retos para las intérpretes. Pues ejecutan sus secuencias sin dejar de tener en cuenta la presencia física del público dentro y fuera del escenario, ni las particulares necesidades de los niños que se acercan a ellas.
‘Como en el agua’ plantea, desde su concepto inicial, un reto: teatro para bebés. Para ello propone un universo claro y particular; el cuál se expone durante 30 minutos para luego concluir. En ese lapso invita al público a vivir una experiencia sensorial e interactiva; a observar, sentir y participar. Lo consigue construyendo atmósferas sonoras y visuales; y manteniendo un pulso atento y calmado, pero con atención a las necesarias variaciones rítmicas.
Cabe señalar que en el uso de recursos visuales y sonoros ‘Como el agua’ opta por la sutileza. Su propuesta sonora evita la estridencia, sus intérpretes no portan un maquillaje llamativo, y la relación de éstos entre sí, y con el público, se realiza sin pronunciar palabras.
‘Como el agua’ encuentra en los mencionados detalles –las atmósferas, la sutileza- el camino para involucrar a su público infantil y al adulto. Plantean una acción escénica donde el público resulta involucrado. Así, la simpleza de su estructura guía al espectáculo por senderos más complejos. En los cuales los intérpretes realizan una performance escénica dentro de otra performance familiar y colectiva.
Imagen tomada de aquí.
Creación y dirección: Ana Chung.
En escena: Moyra Silva, Camila Vera, Rodrigo Zalles.
Composición sonora: Ana Chung, Rodrigo Zalles.
Diseño escenográfico: Ana Chung.
Diseño de vestuario: Ana Chung.