CRÓNICA. Gol

‘Gol’ es un montaje teatral dirigido Roberto Ángeles; quien, además, escribió la dramaturgia junto a José Diez Canseco y Fernando Luque. Este montaje tuvo  una breve temporada, entre el 19 y 22 de junio, en el Teatro de la Universidad del Pacífico. Posteriormente se presentó, entre el 16 de julio y el 16 de agosto, en el auditorio del ICPNA de Miraflores.

‘Gol’ se desarrolla, inicialmente, a través de una propuesta física, gestual y coreográfica; para luego concentrar su apuesta en escenas donde el peso recae en la interpretación naturalista de los textos. Así, la puesta en escena empieza desde que el público ingresa a la sala, ya que se puede observar al grupo de actores trabajando en el escenario. Inicialmente, sus acciones están vinculadas a su preparación actoral – calentamiento vocal, estiramiento corporal, ejercicios de dicción -¸ para luego transformarse en un conocido juego de recreación futbolística: el ‘camotito’.

Cabe mencionar que durante el desarrollo de estos momentos de preparación – ‘futbolística’ y actoral – son los propios actores quienes se encargan de anunciar la primera, segunda y tercera llamada; para posteriormente dar la bienvenida al público e iniciar ‘formalmente’ la función.

A partir de ese momento se presentan – a través de coreografías, acciones y gestos colectivos – elementos que componen el universo simbólico del fútbol. Así, por ejemplo, se representan secuencias de calentamiento, de acciones de juego, de reclamo y de festejo. Además, se incluyen gestos propios del imaginario del hincha: miradas y gestos de expectativa, festejos y lamentos.

Concluido este momento, que propone el contexto – temporal y emocional – donde se sitúa parte importante de la obra, el montaje plantea un viaje en paralelo entre dos tiempos de un mismo personaje: el actual, donde el protagonista duda acerca de suicidarse; y el pasado, donde recuerda episodios de su niñez, sucedidos durante las semanas en que se jugaron las eliminatorias mundialistas para México ’70.

Aquí cabe destacar que el trabajo colectivo de los actores durante el inicio de la obra, construyendo imágenes como individuos anónimos parte de una misma masa, cobra mayor sentido al ser el antecedente a la manera en que será representada la historia. Y es que, las reflexiones del protagonista (su situación actual) son representadas – a modo de desdoblamiento – por cuatro actores; con cuatro voces, recuerdos y puntos de vista distintos. Y son esos mismos cuatro actores los que van intercambiando roles para representar los personajes – el niño, el padre, la madre, el profesor, el amante -, que forman parte de las memorias del protagonista (el pasado).

Así, ese viaje entre dos tiempos permite apreciar – representados – hechos y situaciones de la niñez del protagonista; además de ofrecer los puntos de vista – muchas veces contradictorios – de las cuatro voces que conviven en la mente de éste.

De esta manera, sucesos como las peleas entre sus padres, su primera vez en un estadio, su relación emocional con el fútbol, la aparición del amante de su madre, el suicidio de su padre, su búsqueda de afecto por medio del entrenador de fútbol, y el castigo que le impide ver el último partido clasificatorio de la selección, son expuestos y, a la vez, analizados desde la(s) perspectiva(s) del protagonista.

Este juego de tiempos y roles que propone ‘Gol’ se sostiene tanto en la organización de su estructura dramática, como en los elementos que la habitan. Y es que este esquema dinámico de cambios constantes no sería efectivo si no contara con un elenco solvente, tanto en el manejo del texto, como en el trabajo corporal – salvo una observación en la caracterización estereotípica del personaje femenino -.

Asimismo, la austeridad en el vestuario – la misma ropa de entrenamiento que portaban los actores al inicio -, utilería y escenografía – no más de media docena de elementos inteligentemente dispuestos y reubicados -, ofrecen la oportunidad de una construcción de las convenciones teatrales a partir del trabajo del actor. Permitiéndose así, proponer el universo lúdico y complejo que plantea el montaje sin depender de elementos distractores.

No puede dejar de mencionarse el acertado manejo del ritmo a lo largo de todo el montaje. Tanto en la construcción y tránsito entre escenas y tiempos, como en la mirada global del espectáculo – desde que entra el público, hasta que se apaga la última luz -.

Sin embargo, vale la pena hacer algunas anotaciones respecto al texto. Si bien no es el interés de este espacio hacer análisis literario, cabe hacer mención de algunos detalles que desentonan con el funcionamiento del resto del montaje. Estas observaciones están vinculadas a datos específicos relacionados al fútbol y al discurso final del protagonista. Y si bien las primeras pueden interpretarse como ‘licencias’ (el hecho que en el montaje pasan varios meses entre el primer y el último partido de la selección, cuando en realidad toda la eliminatoria se jugó a lo largo de un mes; o que existan cánticos de tribuna, aparecidos en las décadas de los ’90, en un partido jugado en 1969), resulta extraño que en el discurso final del protagonista – antes de su decisión frente al suicidio – haga un paralelo entre su vida, el fútbol y el Perú y no haga mención a la vida del país durante la década previa. Y si bien podría parecer un pedido exagerado – o que queda sobre entendido -, el hecho de que se mencione el contexto político durante su niñez – el golpe de Estado de Velasco, la expulsión del padre del periódico por sus ideas políticas – y se omita lo sucedido durante los siguientes 20 años – teniendo en cuenta el estado desastroso y caótico del Perú a finales de los años ’80 -, mientras se pretende asociar la vida personal con la historia del país, en un discurso de varios minutos, resulta ser una omisión más que importante y bastante extraña.

‘Gol’ presenta una exploración de un drama familiar desde la memoria de uno de sus protagonistas; teniendo como contexto del recuerdo los partidos de la selección peruana de fútbol previos a su clasificación al Mundial de México ’70. Para ello se vale, principalmente, de los recursos dramáticos de los actores; así como de una inteligente propuesta de iluminación, escenografía, vestuario y utilería – todas de carácter minimalista -.

Este montaje teatral combina, dentro de un mismo universo estético, dos formas de abordar la interpretación. Una más física, visual y  poética, y otra más asentada en la interpretación de los textos. En ambos casos, el trabajo de dirección consigue que los dos universos dialoguen. Este abordaje es parte fundamental de una estructura dramática que viaja, también, en dos tiempos; dentro de los cuales los intérpretes intercambian de roles con gran efectividad.

(*) Foto: tomada de aquí.

Dirección: Roberto Ángeles.
Elenco: Rodrigo Palacios, Sebastián Monteghirfo, Juan Carlos Pastor, Nicolás Galindo.
Jefes de escena: Alejandro Guzmán, Luben Petkoff.
Asistencia de Dirección: José Diez Canseco.
Movimiento: Sebastián Rubio, Gabriel Gonzáles.
Vestuario: Rodrigo Palacios.
Escenografía: Eduardo Camino.
Realización de escenografía: Paulino Quispe.
Dramaturgia: José Diez Canseco, Fernando Luque y Roberto Ángeles.

(**) ‘Gol’ está inspirada en la obra ‘Historia de un gol peruano’ de Alfredo Bushby.

 

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